jueves, 28 de mayo de 2009

Nos congratulamos con nuestros hermanos del Cautivo de Chipiona



NOTA DE PRENSA

En la tarde del martes 26 de Mayo de 2009, fue aprobado por unanimidad en el pleno del Ilustrísimo Ayuntamiento de Chipiona, a propuesta de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de los Dolores y San José Obrero, que el nuevo centro de salud, sito en la C/ Naranjo y que será inaugurado el próximo mes de Agosto, lleve el nombre de Sor María Luisa Pérez Montañés.
Sor María Luisa Pérez Montañés nació en Andorra, villa turulense de cierta importancia dentro de esta provincia maña. Allí creció y se educó en una familia cristiana, fueron sus padres quienes le inculcaron el amor y servicio a los más necesitados. Por ello, a la hora de elegir camino lo tuvo fácil: “lo mío, servir a Dios en los pobres”. También fue claro el lugar: la Compañía de las Hijas de la Caridad.
Y fue Madrid la ciudad en la que tanto trabajó y gozó, en la que inició su ser y hacer en las Hijas de la Caridad: seminario, noviciado, trabajo con los pobres en Vallecas, largas jornadas en el hospital...
Un terrible atropello cambiaría el escenario de su vida, aunque nunca su orientación fundamental. Este accidente, la tuvo en el hospital durante un largo periodo y después de una larga recuperación logró seguir hacia delante, haciendo lo que Dios le había encomendado, el servicio y entrega a los más necesitados. Su médico, el Doctor Palacios y su Director Espiritual, le aconsejan un cambio de zona para su rehabilitación, Górliz (Vizcaya) y Chipiona (Cádiz) fueron los lugares elegidos. Y aunque el cambio le costó más de una lágrima, fue Chipiona donde se produjo el milagro de su recuperación y el abandono de las muletas en el camarín de la Santísima Virgen de Regla. Ella solicita y le es concedida la vuelta a Madrid, pero muy pronto tiene que regresar a Chipiona, primero a la Comunidad de Auxilio Social y tras su cierre a la de San Carlos. Aquí la quería Dios, aquí encontró un amplió campo de trabajo, aquí halló el afecto y cariño de un pueblo y aquí la seguimos teniendo entre nosotros y Dios quiera que por mucho tiempo.
Es esta etapa podríamos aplicar las palabras con las que alguien definió a Santa Teresa: “Fémina, inquieta y andariega”. Jornadas agotadoras entregadas a los niños, catequesis, cantos, parroquia, Cáritas, clases de religión. Caminatas por los campos y calles de nuestro pueblo para dar una palabra de aliento a los desanimados, ayudar a los menesterosos, hacer de samaritano con los enfermos, acompañar a los solos, interceder antes las autoridades sanitarias y políticas, y siempre a favor de los otros. Solía decir: “Poco importa el cansancio cuando el servicio es amor”.
En toda esta actividad, siempre estuvo apoyada por largos ratos de oración ante el Sagrario, por la generosidad de su comunidad y por la amistad de la Comunidad Franciscana de Regla.

Esta Hermandad del Cautivo de Chipiona, quiere expresar la profunda alegría que ha supuesto para todos los hermanos y devotos de nuestra corporación, el que el Ilustrísimo Ayuntamiento de nuestra localidad, se haya hecho eco de nuestra propuesta, mostrando además, nuestro sincero agradecimiento al Sr. Alcalde, y en él, a todos los miembros de la corporación municipal, que siempre se muestra tan sensible para con las inquietudes de los vecinos de nuestro pueblo.

EL HERMANO MAYOR

Juan Luis Acuña Peña

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